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Fuente: laverdad
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En medio de una crisis económica que pasará a la historia por ser una de las de mayor impacto en todo el mundo, no sobra recordar a aquellos personajes que con sus particulares y 'sórdidos' negocios han hecho mella en el bolsillo de millones de personas y han causado un golpe en las políticas económicas de varios países.
Para tranquilidad de algunos, no todos los impostores han tenido que ver con estafas. Existen casos particulares de uno que otro astuto que pasó a la historia por suplantar a personajes de alta alcurnia para hacer de la suyas, pero lo hicieron básicamente por diversión o por mostrar de qué eran capaces.
El más reciente es el caso Bernard Madoff (que nada tiene que ver con impostores y quien, por supuesto, no cometió ilícitos por diversión). Este financista estadounidense gozaba de prestigio y reconocimiento en los mercados bursátiles del mundo y es uno de los ejemplos más populares del alcance de los personajes de la lista.
De hecho, la estafa de Madoff golpeó a mercados y numerosos bancos europeos que pasaban por la crisis financiera mundial y aumentó la tendencia depresiva de las firmas de valores.
En Colombia, el caso de David Murcia Guzmán (DMG) aún sigue generando polémica. Su firma de captación ilegal de dinero fue asociada con las 'pirámides' que ofrecen jugosos rendimientos a quienes invierten su dinero en ellas.
En varios lugares del país todavía se conocen historias de personas que perdieron cientos de millones de pesos por no haber recibido las múltiples ganancias prometidas, así como aquellos que argumentan haberse vuelto millonarios.
Murcia Guzmán logró tener a buena parte del país y a toda la opinión pública -literalmente- a sus pies.
Víctor Lustig
En 1925, Lustig se hizo pasar por una persona del gobierno de Francia y, después de leer en los diarios acerca de los problemas que París tenía con el mantenimiento de la Torre Eiffel, dijo que el mantenimiento de la estructura era tan caro que no se podía mantener y que querían vender el metal de la torre.
Por tanto, vendió el ícono parisino a uno de los interesados y tomó un tren a Viena (Austria) con una maleta llena de efectivo.
Tiempo después, Lustig convenció al mafioso Al Capone de invertir 40.000 dólares en la bolsa de valores, se quedó con el dinero y lo puso en una caja fuerte por dos meses; después le dijo a Capone que se había perdido todo.
Frank Abagnale
Este caso sucedió en la década de los 60 y se llevó al cine con éxito en la película 'Atrápame si puedes'. Frank William Abagnale comenzó como embaucador con un fraude que consistió en escribir cheques falsos de su propia cuenta sobregirada.
Obtuvo más de 40.000 dólares imprimiendo su número de cuenta en una ficha de depósito en blanco y la colocaba dentro de un montón de fichas reales en el banco. En cinco años tuvo ocho identidades distintas.
Una de las más recordadas es cuando durante un período de dos años se hizo pasar como piloto de la aerolínea PanAm para sacar vuelos gratis alrededor del mundo. Tal como sucede en el filme, después se hizo pasar por un pediatra en un hospital en Georgia. Tenía un diploma de leyes falso de Harvard y así pasó el examen para obtener el trabajo de en la Procuraduría General del estado de Lousiana (E.U.).
Tras ser puesto en prisión y reincorporarse a la sociedad, en la actualidad tiene una compañía que se llama 'Abagnale y Asociados', especializada en consultorías sobre fraudes financieros.
Christopher Rocancourt
Rocancourt defraudó a gente adinerada haciéndose pasar por miembro francés de la familia Rockefeller. Para llegar a Estados Unidos usó muchos nombres distintos y en Los Ángeles se hizo pasar por un productor de cine, un boxeador y un ejecutivo. Usaba nombres como el de su mamá 'Sophia Loren' o sus tíos Óscar de la Renta y Dino de Laurentis, y se relacionaba con varias celebridades. Se casó con la modelo de Playboy Pia Reyes y tuvieron un hijo a quien bautizaron Zeus.
Rocancourt escribió una autobiografía en la cual ridiculizó a sus víctimas y en el 2002 lo extraditaron a Nueva York, en donde se declaró culpable de tres de los 11 cargos que se le imputaban. Según el pillo, ganó unos 40 millones de dólares gracias a sus trucos y mentiras.
Ferdinand Demara
Fue miembro de la Armada de Estados Unidos en 1941 y empezó nuevas vidas usando los nombres de sus compañeros de la armada; después fingía suicidios y empezaba una nueva vida con otro nombre. Se hizo pasar por sicólogo pero después la Armada y la Naval se dieron cuenta y fue a prisión por 18 meses.
Su más famosa trampa fue pasar por un cirujano en la guerra contra Corea, hizo operaciones y combatió infecciones con penicilina hasta que lo descubrieron y lo reportaron. También sirvió de inspiración para la película 'El gran impostor'. Murió en 1982 mientras hacía creer a la comunidad que era un ministro bautista.
David Hampton
Era afroamericano y, como no podía entrar a la famosa discoteca Studio 54, de Nueva York, dijo que era el hijo del actor Sidney Poitier y lo dejaron ingresar como una celebridad. Comenzó a usar la identidad de David Poitier para comer gratis en restaurantes; también convencía a mucha gente de dejarlo vivir con ellos en sus casas o prestarle dinero; entre sus 'victimas' están las estrellas de Hollywood Melanie Grifith, Gary Sinise y Calvin Klein.
En 1983, Hampton fue arrestado y convicto por sus fraudes y se le ordenó pagar 4.490 dólares a sus víctimas. Su historia inspiró la película 'Seis grados de separación'. Murió debido a complicaciones por el sida en el 2003.
Cassie Chadwick
Este es el caso de una canadiense nacida como Elizabeth Bigley. A la edad de 22 años fue arrestada en Woodstock (Canadá) por falsificación, pero fue liberada tras declararla loca.
En 1882 se casó con Wallace Springsteen, quien la echó de su casa a los 11 días, cuando se enteró de su pasado. Después contrajo nupcias con un doctor Chadwick en 1897, y así empezó su fraude más exitoso: se dijo ser la hija de Andrew Carnegie, un escocés que era de los millonarios más prominentes de principios del siglo XX; incluso, la mujer falsificó una nota por 2 millones de dólares con la firma de Carnegie.
La información se filtró a los mercados financieros y los bancos empezaron a ofrecerle sus servicios. Los siguientes ocho años usó esta identidad hasta obtener entre 10 y 20 millones de dólares.
Mary Baker
En 1817, un zapatero en Inglaterra conoció a una mujer desorientada con ropas exóticas, que hablaba un lenguaje que nadie podía entender. Los locales trajeron extranjeros para ver qué idioma hablaba la mujer, hasta que un marino portugués 'tradujo' su historia: era una princesa caraboo de la isla de Javasu, en el Océano Índico, que había sido capturada por piratas, quienes después la tiraron por la borda y nadó hasta la orilla.
En las siguientes semanas la 'representante' de la exótica realeza fue la favorita de los dignatarios locales. Usaba arco y flechas, nadaba sin ropa y le rezaba a un Dios, a quien le llamaba Allah Tallah. Adquirió ropas exóticas y se le hizo un retrato que salió en los diarios.
Finalmente la verdad salió a flote: ella era la hija de un zapatero y su nombre verdadero era Mary Baker, nacida en Devon, Inglaterra. Había sido sirvienta en varios palacios del Reino Unido pero no encontraba un lugar para quedarse.
Inventó el idioma falso como producto de su imaginación mezclado con palabras gitanas. Íntentó hacer lo mismo en Estados Unidos, Francia y España, pero sin la misma suerte. Su historia fue la base para la película 'Princesa caraboo'.
Wilhelm Voigt
Se trata de un impostor alemán que se disfrazó como militar de Prusia en 1906 y se convirtió en el famoso Capitán de Kopenick.
En 1906 compró partes del uniforme usado de un capitán y ya en la municipalidad de Kopenick, Alemania, fue al cuartel de la Armada, paró a cuatro granaderos y un sargento en su camino de regreso al cuartel y les dijo que fueran con él y ellos obedecieron.
Luego mandó arrestar al secretario del pueblo y al alcalde por sospechas de malos manejos de fondos y los llevó junto con el tesorero a Berlín para interrogarlos. Voigt les dijo a los guardias que quedaban que se quedaran en sus puestos por media hora y se fue a la estación del tren. En el tren se cambió a ropas de civil y se fue.
El impostor fue arrestado y sentenciado a cuatro años en prisión por falsificación, por hacerse pasar por un oficial y por tomar prisioneros indebidamente. Pese a todo, la opinión pública estaba a su favor y el káiser alemán lo perdonó en 1908, pues a las autoridades finalmente les pareció divertido lo que hizo.
En algunas escuelas alemanas enseñan la vida de este ciudadano que no es visto como un criminal sino como un héroe folclórico que supo sobrevivir y enfrentarse a las contradicciones del Gobierno, pues el hombre estaba sin trabajo porque no tenía pasaporte y no le expedían el documento porque no tenía trabajo.
Bernard Madoff
Recientemente fue condenado a 150 años de prisión por haber montado y mantenido por décadas una de las mayores estafas financieras de la historia, cuyo monto aún se desconoce pero que muchos expertos estiman en unos 50.000 millones de dólares o más, lo que equivale a la fortuna de Carlos Slim o Bill Gates, los dos hombres más ricos del planeta.
Madoff fue presidente del tecnológico índice Nasdaq y fue un respetado y admirado asesor de inversiones en Estados Unidos que terminó acusado de delitos como fraude, blanqueo de dinero, perjurio y robo.
La estafa de Madoff salpicó a muchos 'gigantes' de la banca mundial, quienes reconocen que aas pérdidas propias o de sus clientes superan los 10.000 millones de euros.
Carlo Ponzi
Fue el creador del famoso sistema de pirámides, el cual se traduce en el pago de prometedores rendimientos y en realidad termina siendo una estafa en la cual las ganancias solamente las obtienen los primeros inversionistas, pues en algún momento la cadena se rompe.
El creador del fraudulento negocio tuvo una vida llena de lujos: mansión con aire acondicionado y calentador para su piscina. El ciudadano italiano realizó este tipo de estafa que se hizo fuerte en los años previos a 1920 y la época de la Gran Depresión.
Una biografía publicada por 'The New York Times' dice que Ponzi llegó de Italia el 15 de noviembre de 1903 y desembarcó en Boston, E.U. con "2,50 dólares en el bolsillo y un millón de dólares en esperanzas" tras apostar y perder casi todo el dinero de sus ahorros durante el viaje.
David Murcia Guzmán
El caso más parecido y sonado en el país es el de David Murcia Guzmán a quien se le acusa de lavado de activos y captación masiva de dinero. Murcia trabajó por varios años como camarógrafo y fue el principal accionista y representante legal de DMG Grupo Holding S.A., empresa que fue acusada de realizar negocios ilegales tales como lavado de dinero y esquemas piramidales, que son sancionados en Colombia bajo la figura de captación masiva e ilegal de dinero.
En el 2007, DMG llegó a reportar ingresos operacionales de 72.000 millones de pesos. Murcia fue detenido el 19 de noviembre de 2008 por las acusaciones imputadas y estuvo recluido en la cárcel La Picota, de Bogotá. Y desde entero del 2010 fue extraditado a Estados Unidos en donde es procesado por lavado de activos.
A este caso se suman otros que se encuentran en investigación y procesos, como son el de la firma Drfe y el de la ex presentadora de televisión Adriana Arango.